martes, 23 de junio de 2020




HISTORIA # 34

¿POR QUE SOY ESCRITOR?

En esos días en que los pensamientos nos dan muchas vueltas por la cabeza y llegamos a pensar por qué estamos viviendo de esta manera, surgen ideas creativas de narrar como fue ese proceso para que otras personas se motiven a hacer lo que a nosotros nos apasiona.

Hoy en mi mente está la pregunta: ¿Por qué soy escritor? que la podría responder en pocas palabras: “Por obra y gracia del Espíritu Santo”, sin embargo, quiero que muchas personas conozcan el proceso y no solamente el final feliz.

Esta historia comienza en el mes de julio del año 2013, cuando estaba en una capacitación de cómo hablar en público que nos ofreció la empresa en la que trabajaba en ese momento, dentro de la dinámica del evento teníamos que preparar y presentar una exposición con publico con el fin de ver las habilidades que teníamos y cuales nos faltaban.

Cuando llegó mi turno de exponer preparé una presentación en PowerPoint en la que contaba como había vivido mi vida saliéndome de los estándares socialmente aceptados en cuanto a la apariencia física; hago alusión a este tema por que mido 2.06 metros y desde muy joven viví momentos muy difíciles con el bullying; al terminar mi intervención los compañeros expresaron que les había impactado y la conclusión de la jornada fue que ese tema no se podía quedar ahí, todos me insinuaron que comenzara a tocar puertas en instituciones educativas, fundaciones, empresas y otras entidades porque ese tema del matoneo lo están viviendo muchas personas y no saben cómo manejarlo; para mí la verdad fue una sorpresa lo ocurrido y me puse en la tarea de darle forma a la charla teniendo como base mi testimonio personal.

Días después como resultado de tocar puertas de amigos en algunas instituciones educativas y empresas de la ciudad, nombré la charla SER FELIZ SIENDO DIFERENTE y comencé a compartir la experiencia con muy buena aceptación y se volvió una bola de nieve que fue creciendo poco a poco.

Una de las conferencias que mas recuerdo es una que dicté en la biblioteca de Belén una tarde en que me pasaron cosas que fortalecieron mi carácter y me dieron valor para continuar. Les contaré unas pocas: casi tres horas antes de comenzar la charla recibí la llamada de quien me iba a prestar el Video Bean para decirme que ya no podía, esta llamada fue para mi como una puñalada, sin embargo, me controlé y tomé las paginas amarillas del directorio telefónico y busqué quien alquilaba este equipocequipo la buena suerte de conseguirlo rápido, fácil y económico. 

La otra cosa que fortaleció mi carácter fue que en esa tarde cayó un aguacero tremendo minutos antes de comenzar, lo que me hizo pensar que nadie llegaría, para mi sorpresa llegaron 6 mujeres con el deseo de escucharme. Ya teniendo público no podía echarme para atrás, al final dos de las asistentes dijeron que ellas eran Psicólogas de un colegio y que necesitaban esa conferencia para su institución, a los pocos días estaba compartiendo con los alumnos de bachillerato de aquel colegio.

En esos días me inscribí en una capacitación para emprendedores que tenía como título “Emprendedores con los pies en la tierra” con el objetivo de fortalecer el emprendimiento con café en el que estaba trabajando en ese momento y recopilar herramientas para mi nuevo proyecto. En la asesoría personal el docente me preguntó sobre mi emprendimiento y le conté que eran dos, me escuchó atentamente sobre el proyecto de café y luego me animó a contarle en qué consistía la otra idea, a los pocos minutos me interrumpió diciéndome que dejara de perder el tiempo con el proyecto del café y me enfocara en el de Ser Feliz Siendo Diferente por que mientras le compartía la idea mis ojos brillaban, y para él un proyecto exitoso debe hacer brillar los ojos del emprendedor.

Esas palabras se quedaron grabadas en mi corazón y dando vueltas en mi cabeza hasta la segunda reunión con el asesor donde me abrió mucho más el panorama de posibilidades que tenía por hacer entre las cuales estaba escribir un libro, hacer un Stand up comedy, convertirme en referente del tema para miles de personas.

Seguían pasando los meses y llegaban invitaciones para compartir la experiencia de SER FELIZ SIENDO DIFERENTE en muchas instituciones educativas y empresas.

Como el motivo de esta historia es contarles como llegué a ser escritor me adelantaré unos meses hasta llegar a la conferencia en el auditorio principal de la biblioteca de Belén donde me escucharon unas 40 personas aproximadamente dentro de las cuales se encontraba por casualidad el escritor José Onofre Restrepo, quien al terminar la conferencia se acercó a sugerirme que escribiera un libro con la historia que les había compartido, yo impresionado con la sugerencia le di las gracias y nuevamente mi en cabeza daban vueltas esas palabras. Al llegar a mi casa le conté a mi esposa lo que me había dicho el escritor y ella se alegró mucho y me animó a intentarlo.

Con esas palabras dando vueltas en mi cabeza, unas horas después abrí la presentación con la que había hecho la conferencia para iniciar a escribir el libro y no sabía cómo empezar a escribir porque en las conferencias toco muchos temas a medida que voy hablando, ese día no pude escribir ni una sola palabra.

Una semana después me encontré con un amigo que me contó sobre el libro escrito por su hermana en el tema del bullying y me lo regaló, cuando yo abrí ese cuento bellamente ilustrado me dije:

- si esta señora pudo, yo también puedo. – y a partir de ese momento mi cabeza comenzó a dejar salir palabras que se fueron convirtiendo en frases hasta concluir en los primeros 7 cuentos. esos cuentos ya revisados y listos para imprimir se convirtieron en un reto porque no tenía presupuesto para imprimirlos.

Teniendo la dificultad del presupuesto comencé a hacer cotizaciones para tener una idea de cuánto dinero  necesitaba, entre tanto ir y venir le pregunté a Johan Toro un amigo escritor que donde imprimía el, para mi sorpresa me contactó con www.autoreseditores.com que es una editorial por demanda y sin presupuesto pude imprimir mi primer libro. Mi primer pedido del libro “Cuentos felices en la diferencia” fue de tres ejemplares con los que comencé a darlo a conocer entre familiares, amigos y conocidos con tan buena aceptación que en pocos días ya había entregado mas de 120 ejemplares.

En el camino de dar a conocer el libro me encontré con un conocido que trabaja con libros ofertándolos en los colegios para el plan lector y le interesó mucho el libro por el tema, me sugirió que hiciera el esfuerzo de imprimir 1000 ejemplares y así le pudiera dar un buen precio para el darlos a conocer en las instituciones educativas con las que él trabaja. Esa inversión ascendía a mas de cuatro millones de pesos, dinero con el que no contaba.

Teniendo la puerta a medio abrir para entrar al plan lector de los colegios de la ciudad, comencé a buscar posibilidades para conseguir esos millones. Gracias a Dios de mi cabeza comenzaron a salir ideas hasta culminar con usar las redes sociales para conseguir mi propósito. Si. en las redes sociales inicié una campaña de promoción entre amigos, conocidos y familiares donde mi lema era:

- “Quieres sembrar en mi proyecto” -  

Ese lema tocó los corazones de muchos amigos de colegio, de universidad, vecinos y amigos que confiaron en mi y aun estando lejos físicamente aportaron el dinero necesario para logar la impresión de los mil ejemplares en pocos meses.

Ya teniendo la impresión de los mil ejemplares lista, se inició la entrega de los libros a las personas que aportaron su dinero que yo llamé “sembradores” y aquel personaje que abriría las puertas en los colegios no volvió a aparecer quedando en mi casa con una gran existencia de libros y sin la posibilidad de colocarlos en las instituciones educativas como había sido el propósito de tal campaña.

Con esta amarga experiencia aprendí dos cosas:

La primera fue que nosotros los escritores novatos sin respaldo de alguna editorial debemos tener mucha cautela a la hora de invertir.

La segunda enseñanza fue: a no desanimarme ante las adversidades y continuar haciendo lo que me hace brillar los ojos, que para esta historia es escribir.

El primer libro abrió nuevas puertas en algunos colegios y empresas a donde fui invitado a hacer parte de actividades del día del idioma y de talleres de escritura creativa, actividades que llenaron mi corazón de alegría. 

La pasión por escribir ha dado como resultado dos libros más titulados “Familias felices para un mundo diferente” y “La fuerza inspiradora” que se pueden adquirir en www.autoreseditores.com

La escritura se convirtió en una opción para expresar mis pensamientos a todo el mundo, en este momento y gracias a la cuarentena obligatoria por el covid-19 incursioné en la creación de un blog https://jaimeeduardoescritor.blogspot.com/ donde estoy subiendo mis mas recientes escritos de forma muy amena




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viernes, 12 de junio de 2020




HISTORIA # 33
MI JUGUETE ME ENSEÑÓ

Al caer la tarde, de un sábado de picnic con las familias de mis amigos de colegio a la luz de una chimenea ardiente y disfrutando unas copas de vino tinto, surgió el tema de los juguetes con los que tuvimos los mejores momentos y los más grandes aprendizajes en nuestra infancia. A Alberto con su formación de docente formuló la siguiente pregunta: - ¿Cuál fue el juguete con el que mas aprendieron en su vida? –

Esa pregunta nos dejó a todos en silencio por unos minutos hasta que Enrique rompió el silencio diciendo:

- el juguete con el que mas aprendí en mi vida, fueron las canicas; ellas me enseñaron a ser arriesgado, a ahorrar, a tener prudencia, a ganar, a perder y muchas otras cosas. Es por eso que todavía conservo en mi baúl de los recuerdos algunas canicas de colores.

Ernesto, con una gran sonrisa en sus labios dijo:

- Esto se esta poniendo bueno, a mí el juguete que más me enseño fue el trompo, me enseñó a que la vida da muchas vueltas y nunca sabemos donde vamos a terminar; me enseño también que tenemos un hilo que nos une a las otras personas. Aprendí que, aunque somos de diferentes materiales todos tenemos la misma función, ser felices.

- Que bonitos aprendizajes dijo Elena. –  para mi el juguete que más me enseñó fue la muñeca de trapo que me regaló mi abuela en mi cumpleaños número 11, porque con ella podía soñar, podía bailar, me servía de almohada, me obligaba a cambiar las voces de acuerdo al personaje que estuviera haciendo y me ayudó a ser consciente que las apariencias engañan.

- Estoy sorprendido por lo que estoy escuchado, dijo Efraín. – yo les cuento que el juguete que mas me enseño fue el parqués que jugábamos en familia. Me enseñó a que la vida es un camino donde tenemos que hacer pausas para analizar como seguir, además me enseñó a que para alcanzar una meta debemos trabajar en equipo y que no todos podemos llegar al mismo tiempo a la meta.

- Excelente, que buenos aprendizajes nos dejaron los juguetes, dijo Ester. – para mi ese juguete fue mi pelota de letras, me enseño que la belleza esta adentro de mi y no afuera, también aprendí que no puedo agradarle a todas las personas de la misma manera, y que podemos ser felices con lo poco que tenemos.

Emilio, con una gran carcajada continuó diciendo:

- El juguete que más me enseñó fue la cuerda, con la que saltábamos y disfrutábamos. Aprendí que con un juguete tan simple podíamos jugar muchos niños sin necesidad de electricidad o alguna tecnología rara. Además, aprendí que para disfrutar de algo solo tenemos que estar dispuestos.

- Que maravilla estar escuchando estas historias, -dijo Estefanía – mi juguete maestro fue definitivamente mi osito de peluche con quien aprendí la nobleza y la ternura, a estar disponible para escuchar a otras personas y a esperar lo que fuera necesario para estar con el ser amado.

- Que maravillas las que estamos escuchando, dijo Esaú. - - les cuento que mi juguete maestro fue mi volqueta de plástico con la que hacia los mandados de mi mamá, y me enseñó a recoger mi desorden cuando terminaba de jugar, ya que me servía para recogerlos rápidamente y sin tenerlos que cargarlos.

Cuando Esaú termino de hablar todos dirigieron sus miradas hacia mí y sin decir ninguna palabra me motivaron a hablar.

- para mi el juguete que más me enseño fue mi triciclo. –

Elena, con mucha curiosidad preguntó: - ¿Eduardo que te enseño tu triciclo? –

- les cuento que mi triciclo me enseño tanto, que mientras los escuchaba a ustedes traía a mi mente esas enseñanzas, y con el animo de no repetir lo que ustedes ya habían dicho me quedaron varias cosas como: mi triciclo me enseñó que el servicio desinteresado es una manea para llegar a la felicidad, también me enseño a no discriminar a otras personas por lo que tienen; de la misma manera dejó en mi cabeza que nuestro mayor tesoro esta dentro y no afuera de nuestro ser. además me enseñó a no dejarme utilizar por los demás.

Esteban, el hijo de Esaú, que estuvo en silencio mientras los mayores hablaban pidió la palabra y dijo:

- Estoy sorprendido por lo que han dicho ustedes, mi mayor aprendizaje hoy escuchándolos es que los juguetes son unos instrumentos que nos enseñan mucho y no podemos dejar que nos aíslen de nuestros amigos y familiares.

Todos al escuchar las palabras de Esteban, quedaron sorprendidos de las enseñanzas tan hermosas que dejaron en sus vidas esos juguetes de infancia, y a petición de todos los hijos decidieron que cada quince días destinarían unas horas para compartir en familia con esos juguetes y así continuar aprendiendo de ellos.

Hasta hoy cada familia ha cumplido con el pacto de compartir esos momentos jugando y aprendiendo con unos maravillosos resultados. 


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domingo, 7 de junio de 2020



HISTORIA # 32

KOINONIA

Año 2029, Ciudad de Medellín, Colombia

En el aula de clase de 4 elemental, en la clase de religión la profesora Clarita hizo referencia a que la iglesia había pasado por una gran persecución, sin embargo, pudo salir avante gracias a las pequeñas comunidades que se formaron en las parroquias y en los centros de evangelización por allá en la década del 2010, que se llamaban KOINONIAS.

Emiliano e Isabella, la pareja de niños más aplicados e inteligentes de la clase al escuchar esa palabra levantaron la mano y dijeron en coro:

 - nosotros somos fruto de una koinonia. –

- Qué bueno ¿cuéntenos cómo es eso? - dijo Clarita con gran sorpresa. -

En ese momento sonó el timbre para terminar la clase y salir rumbo a las casas. La profesora Clarita con mucha curiosidad por escuchar lo que sus alumnos más destacados querían contarles dijo:

- como tarea para la próxima clase, por favor averiguan con sus papás que significa esa palabra. -

La profesora Clarita logró impactar tanto a los niños en esa clase que todos llegaron a sus casas a preguntarle a sus papás el significado de esa palabra tan rara y tan difícil de pronunciar del griego.

Pedro, el mas inquieto de la clase cuando llegó a su casa no encontró a ningún mayor con quien pudiera hacer la tarea, entonces abrió su reloj y averiguó en Internet el significado, quedando muy inquieto por lo que habían dicho en clase Emiliano e Isabela.

Sofia, tan pronto se bajó del bus que la trajo del colegio buscó al abuelo Hernán que sabia varios idiomas para que le dijera que significaba esa palabra. El abuelo después de pensar durante varios minutos dijo:

- mi niña linda, en todos los años que tengo nunca he escuchado esa palabra, es mejor que la busques en un diccionario o le preguntes a tu papá que sabe más cosas que este pobre viejo. -

Jacobo, al llegar a casa corrió hasta la nevera porque tenia un hambre tan grande que le estaba dando mal genio igual que a su papá cuando llegaba cansado de trabajar, ya con el estómago lleno se acordó de Isabela su mejor amiga y de las palabras que había dicho en coro con Emiliano, en ese momento se le despertó el espíritu investigador que heredo de su madre y comenzó a buscar el significado de la palabra koinonia, al conocer el significado quedó muy confundido porque no entendía como Emiliano e Isabella eran fruto de una koinonia como lo habían dicho en coro al terminar la clase.

Cuando Isabela llegó a su casa, la recibió Luisa su mamá con un abrazo de los que llaman rompe costillas y le entregó el jugo de guayaba con hielo y el pastel de jamón y queso caliente que le encanta. Cuando terminó de comer la hermosa Isabela le dijo a su mamá:

- mami, mami, la profe Clarita en la clase de religión nos enseñó una palabra en griego muy difícil de pronunciar y que yo se las he escuchado a ustedes. -

 ¿qué palabra les enseñó la profe Clarita? – preguntó sorprendida Luisa. –

- Ko ko i nia - dijo Isabela gagueando. -

- ¿dirás koinonia? Preguntó Luisa

- sí, eso, eso, mami esa palabra que es lo que significa. Saltando de alegría dijo Isabella. –

Luisa con una tierna sonrisa levanto a la niña y la llevó a donde estaba su esposo Juan, para que entre los dos le contaran que era una Koinonia.

Luisa, secándose las lagrimas dijo:

- nosotros desde mucho antes que tu nacieras hemos vivido una experiencia del amor de Dios en una pequeña comunidad que se llama “caminos de amor” que es una Koinonia donde compartimos la vida y el pan, conocemos de la palabra de Dios, y disfrutamos del amor de Dios a través de los hermanos.

- Que bonito mami, ¿y tú papi que me dices? – exclamó la niña-

Juan, aun pensativo dijo:

- la koinonia es para mí un nicho de amigos con los que se comparte experiencias espirituales, personales y se siente la verdadera amistad, con ellos he aprendido a ser una persona de servicio y entrega al otro, yo sólo tengo gratitud de todo lo que he aprendido en todos estos años de compartir con cada uno de los miembros de esta Koinonia.

Luisa, sorprendida y feliz interrumpió a su esposo diciendo:

- mi amor tu eres fruto de las oraciones de la Koinonia, por que entre todos hicimos oración para que yo pudiera quedar en embarazo-

- ¿Quiénes son todos? - preguntó Isabella. –

Juan, al escuchar la pregunta de su hija soltó una carcajada y dijo:
- todos somos: Jaimito y María T, Adriana y Wilopy, Fabio y Clayret, Mauricio y Beatriz, Lina y Cristian, don Carlos y doña Bertha y nosotros dos.

- con razón los quiero tanto a todos. – suspiró Isabella. –

- y ellos te quieren mucho a ti porque eres una promesa cumplida de Dios.

Emiliano, después de subir los 4 pisos del edificio ya con la lengua afuera tocó la puerta de la casa que abrió Mauricio, quien le estiró los brazos para darle un abrazo de bienvenida y llevarlo a la cocina para que calmara el hambre con lo que quisiera de la alacena. Emiliano mientras comía le contó a su papá que había aprendido hoy en la clase de religión una palabra nueva.

Mauricio, intrigado por la curiosidad del niño le preguntó:

- ¿Qué palabra nueva aprendiste hoy?

- ko ko ino nía. – dijo gagueando Emiliano-

¿querrás decir koinonia? - dijo Mauricio-  

- Sí, esa es papi, respondió el Emiliano-

- ¿Qué es lo que significa? Preguntó nuevamente el niño. –

Mauricio con un gesto de alegría abrazó con o al niño y lo cargó hasta el sofá de la sala donde le dijo:

- tu mamá y yo desde mucho antes de que tu nacieras hacemos parte de una comunidad de hermanos que se llama “caminos de amor” donde yo encontré la luz que abrió paso a la oscuridad que traía mi corazón. Ese grupo de personas ha sido un camino donde me ha permitido pasar de ese concepto frío de Dios a una real y verdadera experiencia de Dios. Además, hemos creado una hermandad donde hemos podido ver y tocar la realidad del otro, sentir y ver su necesidad, allí hemos podido tu mamá y yo comprender mejor a la TRINIDAD y es desde allí donde me voy llenando y conociendo todo el amor que Dios derrama sobre cada uno y para terminar cuando decidimos que ya era hora de traerte al mundo ellos oraron por nosotros para que tu gestación fuera sana y pudieras llegar de la mejor manera.

- ¿quiénes son esas personas? Preguntó inquieto Emiliano. -

Mauricio sonriendo contesto: Jaimito y María T, Adriana y Wilopy, Fabio y Clayret, Juan y luisa, tus abuelos Carlos y Bertha y nosotros dos.

Emiliano con un gran suspiro dijo:

- con razón todos ellos nos quieren tanto a mis hermanos y a mí.

- ¡Claro! Exclamó Mauricio. - Ellos son nuestra familia espiritual y nos queremos mucho todos. -

A la mañana siguiente Emiliano e Isabella llegaron al salón de clase y todos sus compañeros los estaban esperando para que les contaran que era significaba esa palabra y por qué ellos eran fruto de ella; ellos haciéndose los importantes dijeron en coro:

- en la clase de religión les contaremos nuestra historia, antes no. –

Cuando sonó el timbre para el comienzo de la clase todos corrieron para estar en la clase de religión donde iban a conocer la historia de Emiliano e Isabela. Cuando la profesora Clarita llegó al salón quedó impactada al ver a sus alumnos en completo silencio y cada uno en su respectivo puesto. Ella entró y colocó los libros que traía en la mano en el escritorio y con picardía preguntó:

- ¿este es el salón de cuarto grado? -

Y todos en coro respondieron:

- Sí, este es el salón de 4 grado. –

Clarita con su ternura habitual dijo:

- Pensaba que me había equivocado de salón. –

Esteban, pidió la palabra y dijo:

- todos queremos saber cuál es el significado de esa palabra rara que usted nos enseñó ayer y además estamos intrigados por conocer la historia de Emiliano e Isabela.

- Que interesante. -dijo Clarita con una gran sonrisa. – Empecemos por la definición de la palabra Koinonia que se encuentra en Internet:

“La koinonía es un concepto teológico que significa comunión. Como tal, se refiere a la comunión eclesial y a los vínculos que esta genera entre los miembros de las iglesias cristianas y Dios.

La palabra proviene del griego κοινωνία (koinonía), que traduce ‘comunión’ o ‘participación en lo común’. Este término aparece en la Biblia diecinueve veces como sustantivo (koinonía) y ocho como verbo (koinonéo), en el sentido de ‘compartir’; ambas, a su vez, derivan de la voz griega κοινωνός (koinonós), que significa ‘compañero’ o ‘participante’.

La koinonía, como tal, es un término propio de la doctrina cristiana para designar la participación de una misma fe y la comunión a que están sujetos todos los miembros de la cristiandad, entendida como comunidad afiliada a la doctrina de Jesucristo, independientemente de ser practicantes de la fe en la Iglesia católica, vinculada con Roma y el mundo occidental, o en la Iglesia ortodoxa, con mayor presencia en Oriente, principalmente en los países del este de Europa.”

Después de leer la definición encontrada en internet, la profesora dijo:  

- Esta definición nos aclara algunas cosas, sin embargo, queremos escuchar a Emiliano e Isabella porque sus familias han vivido durante muchos años.

Emiliano tímidamente se levanto de la silla y caminó hasta donde estaba Clarita, sintiéndose el niño mas importante de la clase dijo:

- los papás de Isabella, mis abuelos y mis papás desde antes que nosotros naciéramos hacen parte de una comunidad de hermanos en la fe que comparten la vida, crecen conociendo la palabra de Dios, se ayudan en las dificultades y celebran las alegrías y se acompañan en las tristezas, para nosotros esas personas son como si fueran nuestros familiares y los queremos mucho.

Nosotros decimos que somos fruto de una koinonia porque cuando nuestros padres tomaron la decisión de traernos al mundo ellos hicieron cadena de oración para que toda nuestra gestación fuera sana y de la mano de Dios.

La última reunión de la koinonia “caminos de amor” fue el viernes pasado donde nos divertimos en familia y aprendimos muchas cosas.   


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lunes, 1 de junio de 2020




HISTORIA # 30


NAUFRAGIO LITERARIO 


Antonio de Jesús Arteaga Jiménez, pescador experimentado de las aguas de los ríos que desembocan en el  mar pacifico colombiano, una tarde ya de regreso a su hogar donde lo esperaban Carlota, su esposa y sus 5 hijos,  vio a lo lejos en el mar como una embarcación de vela se consumía en un voraz incendio, al ver la gran humareda que se elevaba en el firmamento, Antonio, queriendo ir a colaborar tuvo que desistir por que la marea estaba muy alta y su embarcación estuvo a punto de partirse en dos al ser golpeada por una ola de casi tres metros de altura.

A la mañana siguiente, mientras Antonio arreglaba las redes para salir a conseguir el sustento para su familia, vio como a lo lejos flotaban algunos objetos que no identificaba bien, esperó con calma y sin perderlos de vista hasta que la marea los acercara a la playa, le llamó mucho la atención un objeto de color verde que no conocía, se acercó y con sus musculosos y largos brazos dorados por el sol tomó la caja para saber cuál era su contenido, unos pasos antes de salir del agua esta se abrió dejando ver su contenido que para sorpresa del pescador estaba llena de libros.

Antonio, aunque era analfabeta se alegró mucho por este hallazgo, dejó para más tarde el arreglo de las redes y con el cajón al hombro corrió hasta su casa para entregársela a sus hijos que estaban aprendiendo a leer en la escuela; los niños al recibir este regalo abrazaron a su padre y cada uno tomó un ejemplar para practicar la lectura.

A mitad de la mañana, Antonio, viendo a sus hijos tan alegres practicando la lectura salió rumbo a la playa para revisar si habían más cajas que pudiera recuperar del naufragio, a los pocos metros vio que un grupo de personas desconocidas en la zona estaban revisando metro a metro la playa recogiendo todos los objetos que la marea traía, Antonio, al darse cuenta que ellos eran los propietarios de la caja que él le había llevado a sus hijos, se acercó y les dijo que él había tomado una caja de color verde llena de libros y se la llevó a sus pequeños hijos que apenas están aprendiendo a leer.

Una de las mujeres se acercó a Antonio y le agradeció su honestidad y le pidió que le dejara ver los libros para ella saber cuáles eran.

- Por supuesto, dijo amablemente Antonio. –

- vamos a mi casa para que usted se dé cuenta la alegría que tienen mis hijos con esos libros. –

Cuando llegaron a la casa, los ojos de Antonio y de la mujer observaron la más hermosa escena que sus ojos hayan visto jamás, al ver a los niños compartiendo en circulo el contenido del libro más gordo que tenía unas imágenes a color de animales salvajes.

La mujer, al ver tan hermosa escena no pudo contener las lágrimas dejándolas brotar como un manantial, en ese mismo instante le vino a su mente y a su corazón la idea de donar todos los libros que se puedan recuperar del naufragio para formar una biblioteca para la escuela donde estudiaban con gran esfuerzo esos niños; la mujer regresó a donde estaban sus amigos buscando los restos del barco y todavía con lagrimas en los ojos les contó con lujo de detalles la bella escena que vieron sus ojos la cual se tatuó con tinta indeleble en su corazón, además les comunicó la decisión de donar todos los libros que se pudieran recuperar para la escuela de esos niños.

Al terminar la tarde, Antonio, su familia y los sobrevivientes del naufragio habían recuperado de las aguas mas de cincuenta cajas repletas de libros y material educativo, tres televisores, dos computadores que estaban en perfecto estado y fueron llevados a la escuela para formar la nueva biblioteca.
Para la familia de Antonio y todos los habitantes de esa abandonada región del pacifico colombiano, aquel día de convirtió en la mayor bendición, gracias a ese hallazgo muchos de los niños y jóvenes pudieron aprender a abrir sus alas para volar en busca de sus sueños; y los más veteranos como Antonio y Carlota aprendieron a leer y a escribir mejorando su calidad de vida; en la actualidad se reúnen todos los lunes después del trabajo para leer historias que los llena de esperanza de un futuro mejor. 



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