domingo, 7 de junio de 2020



HISTORIA # 32

KOINONIA

Año 2029, Ciudad de Medellín, Colombia

En el aula de clase de 4 elemental, en la clase de religión la profesora Clarita hizo referencia a que la iglesia había pasado por una gran persecución, sin embargo, pudo salir avante gracias a las pequeñas comunidades que se formaron en las parroquias y en los centros de evangelización por allá en la década del 2010, que se llamaban KOINONIAS.

Emiliano e Isabella, la pareja de niños más aplicados e inteligentes de la clase al escuchar esa palabra levantaron la mano y dijeron en coro:

 - nosotros somos fruto de una koinonia. –

- Qué bueno ¿cuéntenos cómo es eso? - dijo Clarita con gran sorpresa. -

En ese momento sonó el timbre para terminar la clase y salir rumbo a las casas. La profesora Clarita con mucha curiosidad por escuchar lo que sus alumnos más destacados querían contarles dijo:

- como tarea para la próxima clase, por favor averiguan con sus papás que significa esa palabra. -

La profesora Clarita logró impactar tanto a los niños en esa clase que todos llegaron a sus casas a preguntarle a sus papás el significado de esa palabra tan rara y tan difícil de pronunciar del griego.

Pedro, el mas inquieto de la clase cuando llegó a su casa no encontró a ningún mayor con quien pudiera hacer la tarea, entonces abrió su reloj y averiguó en Internet el significado, quedando muy inquieto por lo que habían dicho en clase Emiliano e Isabela.

Sofia, tan pronto se bajó del bus que la trajo del colegio buscó al abuelo Hernán que sabia varios idiomas para que le dijera que significaba esa palabra. El abuelo después de pensar durante varios minutos dijo:

- mi niña linda, en todos los años que tengo nunca he escuchado esa palabra, es mejor que la busques en un diccionario o le preguntes a tu papá que sabe más cosas que este pobre viejo. -

Jacobo, al llegar a casa corrió hasta la nevera porque tenia un hambre tan grande que le estaba dando mal genio igual que a su papá cuando llegaba cansado de trabajar, ya con el estómago lleno se acordó de Isabela su mejor amiga y de las palabras que había dicho en coro con Emiliano, en ese momento se le despertó el espíritu investigador que heredo de su madre y comenzó a buscar el significado de la palabra koinonia, al conocer el significado quedó muy confundido porque no entendía como Emiliano e Isabella eran fruto de una koinonia como lo habían dicho en coro al terminar la clase.

Cuando Isabela llegó a su casa, la recibió Luisa su mamá con un abrazo de los que llaman rompe costillas y le entregó el jugo de guayaba con hielo y el pastel de jamón y queso caliente que le encanta. Cuando terminó de comer la hermosa Isabela le dijo a su mamá:

- mami, mami, la profe Clarita en la clase de religión nos enseñó una palabra en griego muy difícil de pronunciar y que yo se las he escuchado a ustedes. -

 ¿qué palabra les enseñó la profe Clarita? – preguntó sorprendida Luisa. –

- Ko ko i nia - dijo Isabela gagueando. -

- ¿dirás koinonia? Preguntó Luisa

- sí, eso, eso, mami esa palabra que es lo que significa. Saltando de alegría dijo Isabella. –

Luisa con una tierna sonrisa levanto a la niña y la llevó a donde estaba su esposo Juan, para que entre los dos le contaran que era una Koinonia.

Luisa, secándose las lagrimas dijo:

- nosotros desde mucho antes que tu nacieras hemos vivido una experiencia del amor de Dios en una pequeña comunidad que se llama “caminos de amor” que es una Koinonia donde compartimos la vida y el pan, conocemos de la palabra de Dios, y disfrutamos del amor de Dios a través de los hermanos.

- Que bonito mami, ¿y tú papi que me dices? – exclamó la niña-

Juan, aun pensativo dijo:

- la koinonia es para mí un nicho de amigos con los que se comparte experiencias espirituales, personales y se siente la verdadera amistad, con ellos he aprendido a ser una persona de servicio y entrega al otro, yo sólo tengo gratitud de todo lo que he aprendido en todos estos años de compartir con cada uno de los miembros de esta Koinonia.

Luisa, sorprendida y feliz interrumpió a su esposo diciendo:

- mi amor tu eres fruto de las oraciones de la Koinonia, por que entre todos hicimos oración para que yo pudiera quedar en embarazo-

- ¿Quiénes son todos? - preguntó Isabella. –

Juan, al escuchar la pregunta de su hija soltó una carcajada y dijo:
- todos somos: Jaimito y María T, Adriana y Wilopy, Fabio y Clayret, Mauricio y Beatriz, Lina y Cristian, don Carlos y doña Bertha y nosotros dos.

- con razón los quiero tanto a todos. – suspiró Isabella. –

- y ellos te quieren mucho a ti porque eres una promesa cumplida de Dios.

Emiliano, después de subir los 4 pisos del edificio ya con la lengua afuera tocó la puerta de la casa que abrió Mauricio, quien le estiró los brazos para darle un abrazo de bienvenida y llevarlo a la cocina para que calmara el hambre con lo que quisiera de la alacena. Emiliano mientras comía le contó a su papá que había aprendido hoy en la clase de religión una palabra nueva.

Mauricio, intrigado por la curiosidad del niño le preguntó:

- ¿Qué palabra nueva aprendiste hoy?

- ko ko ino nía. – dijo gagueando Emiliano-

¿querrás decir koinonia? - dijo Mauricio-  

- Sí, esa es papi, respondió el Emiliano-

- ¿Qué es lo que significa? Preguntó nuevamente el niño. –

Mauricio con un gesto de alegría abrazó con o al niño y lo cargó hasta el sofá de la sala donde le dijo:

- tu mamá y yo desde mucho antes de que tu nacieras hacemos parte de una comunidad de hermanos que se llama “caminos de amor” donde yo encontré la luz que abrió paso a la oscuridad que traía mi corazón. Ese grupo de personas ha sido un camino donde me ha permitido pasar de ese concepto frío de Dios a una real y verdadera experiencia de Dios. Además, hemos creado una hermandad donde hemos podido ver y tocar la realidad del otro, sentir y ver su necesidad, allí hemos podido tu mamá y yo comprender mejor a la TRINIDAD y es desde allí donde me voy llenando y conociendo todo el amor que Dios derrama sobre cada uno y para terminar cuando decidimos que ya era hora de traerte al mundo ellos oraron por nosotros para que tu gestación fuera sana y pudieras llegar de la mejor manera.

- ¿quiénes son esas personas? Preguntó inquieto Emiliano. -

Mauricio sonriendo contesto: Jaimito y María T, Adriana y Wilopy, Fabio y Clayret, Juan y luisa, tus abuelos Carlos y Bertha y nosotros dos.

Emiliano con un gran suspiro dijo:

- con razón todos ellos nos quieren tanto a mis hermanos y a mí.

- ¡Claro! Exclamó Mauricio. - Ellos son nuestra familia espiritual y nos queremos mucho todos. -

A la mañana siguiente Emiliano e Isabella llegaron al salón de clase y todos sus compañeros los estaban esperando para que les contaran que era significaba esa palabra y por qué ellos eran fruto de ella; ellos haciéndose los importantes dijeron en coro:

- en la clase de religión les contaremos nuestra historia, antes no. –

Cuando sonó el timbre para el comienzo de la clase todos corrieron para estar en la clase de religión donde iban a conocer la historia de Emiliano e Isabela. Cuando la profesora Clarita llegó al salón quedó impactada al ver a sus alumnos en completo silencio y cada uno en su respectivo puesto. Ella entró y colocó los libros que traía en la mano en el escritorio y con picardía preguntó:

- ¿este es el salón de cuarto grado? -

Y todos en coro respondieron:

- Sí, este es el salón de 4 grado. –

Clarita con su ternura habitual dijo:

- Pensaba que me había equivocado de salón. –

Esteban, pidió la palabra y dijo:

- todos queremos saber cuál es el significado de esa palabra rara que usted nos enseñó ayer y además estamos intrigados por conocer la historia de Emiliano e Isabela.

- Que interesante. -dijo Clarita con una gran sonrisa. – Empecemos por la definición de la palabra Koinonia que se encuentra en Internet:

“La koinonía es un concepto teológico que significa comunión. Como tal, se refiere a la comunión eclesial y a los vínculos que esta genera entre los miembros de las iglesias cristianas y Dios.

La palabra proviene del griego κοινωνία (koinonía), que traduce ‘comunión’ o ‘participación en lo común’. Este término aparece en la Biblia diecinueve veces como sustantivo (koinonía) y ocho como verbo (koinonéo), en el sentido de ‘compartir’; ambas, a su vez, derivan de la voz griega κοινωνός (koinonós), que significa ‘compañero’ o ‘participante’.

La koinonía, como tal, es un término propio de la doctrina cristiana para designar la participación de una misma fe y la comunión a que están sujetos todos los miembros de la cristiandad, entendida como comunidad afiliada a la doctrina de Jesucristo, independientemente de ser practicantes de la fe en la Iglesia católica, vinculada con Roma y el mundo occidental, o en la Iglesia ortodoxa, con mayor presencia en Oriente, principalmente en los países del este de Europa.”

Después de leer la definición encontrada en internet, la profesora dijo:  

- Esta definición nos aclara algunas cosas, sin embargo, queremos escuchar a Emiliano e Isabella porque sus familias han vivido durante muchos años.

Emiliano tímidamente se levanto de la silla y caminó hasta donde estaba Clarita, sintiéndose el niño mas importante de la clase dijo:

- los papás de Isabella, mis abuelos y mis papás desde antes que nosotros naciéramos hacen parte de una comunidad de hermanos en la fe que comparten la vida, crecen conociendo la palabra de Dios, se ayudan en las dificultades y celebran las alegrías y se acompañan en las tristezas, para nosotros esas personas son como si fueran nuestros familiares y los queremos mucho.

Nosotros decimos que somos fruto de una koinonia porque cuando nuestros padres tomaron la decisión de traernos al mundo ellos hicieron cadena de oración para que toda nuestra gestación fuera sana y de la mano de Dios.

La última reunión de la koinonia “caminos de amor” fue el viernes pasado donde nos divertimos en familia y aprendimos muchas cosas.   


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