miércoles, 11 de enero de 2023

 


PENETRANTE VISTAZO DESDE LA OSCURIDAD

La estridente claridad de sus esmeraldados ojos es, la chispa que atiza mis más agudos apetitos, haciéndome galopar por un cardumen de sicalípticos deseos.  Cuando la obstinada belleza de sus aceitunados ojos, se abre haciendo estragos dentro de la ambiciosa multitud masculina; en el zigzagueante sendero de la vida quedan tendidos los sueños de muchos varones. Su profunda y desafiante mirada es, mi mayor motivo para desear conquistar sus ocultas exquisiteces, luchando si es preciso con grotescos seres mitológicos.  El virulento contraste corindón de sus ojos es, la energúmena levadura que inflama mis irrealizables apetitos, de recorrer con mis zánganas manos las peligrosas curvaturas de su apetitosa corporeidad.  La virulenta gallardía de sus redondeadas pupilas, deja en evidencia que, por la profundidad de ese atuendo, han naufragado varios intentos de impúdicas conquistas.  La zángana oscuridad donde ella permanece oculta es, mi estimulante más primitivo, que hace brotar de mis entrañas, los más grotescos instintos masculinos.  La caudalosa cobardía de su coloreado atuendo es, el jurásico socavón donde planifico permanecer resguardado por el resto de mis días. El sublime contraste entre las penetrantes tinieblas y la insondable exquisitez de sus ocelos verdemar, incrementa la inevitable celotipia en el género femenino, ennegreciendo el ambiente ciudadano. La misteriosa perfección de su mirada es, la más sublime excitación artística que me impulsa a abalanzarme a la profundidad del acantilado de mis desvergonzados talentos creadores filológicos. El contrastante aroma de sus enverdecidos ocelos es, la clorofila que transita por mis desequilibrantes ramales. Entre las abundantes profundidades de su turbante vino tinto, revolotea un gelatinoso cardumen con mis más adormilados deseos lujuriosos. La perfecta línea de sus ambiciosas cejas, es la carrilera por donde navega la ambiciosa locomotora que pretende concluir su frenético itinerario en la profundidad de sus labios.  

Jaime Eduardo Aristizábal Álvarez – Colombia

No hay comentarios:

Publicar un comentario

    Monumentos R.A.B. en Medellín En aquel caluroso crepúsculo del último viernes de mayo, cuando Juanito les contó sobre sus tareas de fi...