miércoles, 10 de noviembre de 2021

 


COMPLEMENTARIAS DIFERENCIAS

Ella, siempre rozagante al  rayar el  alba, mientras tanto yo, despierto ojeroso, mal oliente y empapado en sudor; al abrir el ojo, ella estira su estilizado cuerpo  con elegancia felina, en  cambio yo, esparramo mis corporales excesos entre las albinas sabanas; ella se levanta y danza como Dios la trajo al mundo, con sabrosura, rumbo a  la bañera, y yo enfoco mis azulados ojos en su epidermis acanelada; ella disfruta cada gota de tibia agua que recorre su encantadora humanidad, yo sólo dejo que circulen y que se revienten en el frio baldosín; ella hace recorrer su olorosa y suave toalla por cada rincón de su cuerpo, yo me sacudo el agua como perro en invierno. ella al encontrarse frente al espejo, se deleita analizando cada centímetro de su suave y bien conservada piel; yo paso de largo por ese mentiroso cristal. ella hace todo un ritual con cada prenda que ajusta a sus delineadas formas, ja ja ja, yo sólo encajo mis agotadas carnes en una arrugada camisa y un desteñido pantalón. yo estoy listo en pocos minutos, ella frente a su armario pierde la noción del tiempo. En la cocina, uff, hay sí que hay diferencias. ella elije sin afán las frutas que ingerirá para conservar su salud, yo abro desaforadamente mi boca engullendo cual hiena hambrienta, todo lo que pasa frente a mis ojos; ella agota los minutos degustando sus sanos alimentos. ella cada domingo de descanso visita a su extensa familia, mientras que yo veo los espectaculares encuentros de la liga de baloncesto. a ella además le alcanza el tiempo para visitar a sus amigas de infancia, la verdad no sé cómo le rinde tanto el tiempo, yo veo dos partidos y se me acaba la tarde. ella sueña con una familia enorme, yo sólo pienso en conocer a mi primogénito varón. yo leo con dedicación el periódico, mientras ella escucha los chismes de farándula en la televisión. Al caer el día, ella se extasía mirando los colorados atardeceres, mientras yo me explayo en mi hamaca para degustar una deliciosa y fría cerveza. ella está aprendiendo a escribir poesía, yo por el contario leo las aventuras de mis superhéroes favoritos por largas horas. Antes de juntar sus parpados cada noche, ella hace una extensa plegaria dando gracias a Dios por el día, y yo me santiguo rápido y toco la almohada y me fundo en un insondable sueño y nunca me entero a qué hora se duerme ella.

Los momentos de intimidad, la mayoría de las veces inician algunas horas antes, cuando ella me envía un sugestivo mensaje de texto que yo no respondo con la intensión de estimularla. en otras ocasiones, ella despierta convertida en una leona en celo que quiere devorar a su presa y yo entre dormido me dejo devorar. han pasado infinidad de noches que el agotamiento de ella le gana la partida y después de unas pocas caricias se funde en una impenetrable anestesia, dejándome con los crespos hechos, como diría mi abuela.

Qué bueno es saber que nuestras diferencias son las que hacen que nuestra vida sea diferente. que tan aburrida seria nuestra vida si fuésemos iguales.

Hoy te invito a ti, que estás leyendo estas líneas, a fortalecer esas diferencias que hacen que tu vida y tus relaciones interpersonales no caigan en la monotonía que está destruyendo tantas relaciones alrededor del mundo.

Jaime Eduardo Aristizábal Álvarez 

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1 comentario:

  1. Eso me hace recordar que por más seguro y practico que parezca tu compañero, es un ser humano que te necesitará de tu alegría y tu manera espontanea de ver la vida, para cuando le abrumen los problemas.

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