lunes, 27 de abril de 2020




HISTORIA # 16


EMOCIÓN EXTREMA 



Frente al televisor viendo su canal favorito de deportes, Pachito, le pregunta a su papá:

- Papi, en tu época de niño, ¿cuál era tu deporte extremo?

Gabriel, el padre, en unos minutos de silencio recordó sus aventuras de infancia, y le respondió a su inquieto hijo, contándole:

En mis años de infancia éramos unos niños muy felices, que jugábamos en la calle después de hacer las tareas de la escuela, nos reuníamos frente a la tienda de doña Gladys en donde comprábamos gaseosas y papitas fritas, y después hacíamos con tiza de colores rayuelas, con las canicas jugábamos cuadro, y por los bordes de la acera apostábamos carreras con los carritos de colección de esquina a esquina.

- Papi. ¿eso era lo más extremo que hacían? Preguntó burlándose el niño. –
- No te burles de mí. dijo sonriente Gabriel. -  

Espera yo me acuerdo de otras cositas que hacíamos.

Ya me acorde de algo extremo que hacíamos en esa época. Imagínate que con mis amigos de cuadra le dábamos la vuelta al barrio tocando los timbres de las casas agachados para que no nos vieran y poder salir a toda velocidad hasta llegar al punto de partida donde ganaba el primero que llegara.

- Papi, ¿eso era todo? Preguntó el burletero niño. -

-  Déjame terminar - - dijo Gabriel.-

De las ultimas veces que hicimos esa travesura me quedó el más grande recuerdo del regaño y el castigo que me dio tu abuelo.

- ¿Qué hiciste? -  - intrigado preguntó el niño.

Cuando mis amiguitos propusieron jugar con los timbres, a mí se me ocurrió que en vez timbrar con los dedos, timbráramos con una piedra para ver como quedaban los timbres.

- Uy papi, eso sí estuvo mal hecho, con razón te castigaron. -  - Interrumpió Pachito. –

Si hijo eso estuvo mal hecho, y para mi desgracia la señora de la casa donde timbré con la piedra era conocida de mi hermana y estaban asomada a la ventana y me vio correr, ya te podrás imaginar que paso después.

En tono sarcástico exclamó Pachito:  

- Uy papi, yo creía que tu habías sido juicioso como yo, pero hora veo que no fue así. –

- Y entonces ¿de aventura extremas no te acuerdas? – preguntó el niño.

Déjame yo pienso, es que a mi edad la memoria me falla por momentos.
Ya, ahora sí, espero que esta si te convenza. -dijo Gabriel.

Mi barrio quedaba en la parte baja de una gran montaña, de donde nos tirábamos por sus empinadas calles en unos carros de madera que hacíamos con las tablas de las cajas donde nuestros padres traían las frutas de la plaza de marcado, para las ruedas conseguíamos en la ferretería del barrio unas balineras metálicas que sonaban y chispeaban al tener contacto con el pavimento.

Para que te hagas una idea de como eran los improvisados carros, el próximo sábado cuando llegue al barrio Pepe el reciclador te fijas como es el carro en donde almacena y transporta el material.

- Papi, papi. ¿qué velocidad alcanzaban? -    -preguntó emocionado Pachito
Con una fuerte carcajada Gabriel respondió:

- No te podría responder con exactitud por que en esa época no teníamos nada de tecnología para hacerlo.

-Ah, qué pesar -   - exclamó con tristeza Pachito-

El padre continuó diciendo: lo que si te puedo decir es que alcanzábamos mucha velocidad y corríamos mucho peligro, por que la vía por donde bajábamos era una calle muy transitada, y nos tocaba entre todos avisar cuando no venían carros para poder bajar y disfrutar la sensación y sentir la adrenalina que se generaba al bajar.

- ¿Alguien salió herido alguna vez? Preguntó Pachito inquieto.

- Gracias a Dios, nadie salió herido de gravedad, respondió Gabriel. –

- Y te cuento algo más. -  - dijo Gabriel. -  desde esa época, en una ciudad que se llama Manizales en el eje cafetero de Colombia, cada año en las ferias que se celebran en el mes de enero, se lleva a cabo un campeonato nacional de estos carros de rodillos por sus empinadas calles.

- Hijo, me acabo de acordar que la mama de un amigo que era artista, alguna vez nos pintó en una técnica toda rara con la que ella hacia sus obras, a los cuatro más amigos montados en un carro bajando por la calle, mañana me ayudas a buscar la fotografía en el baúl de los recuerdos.

- Listo papa, mañana buscamos la fotografía del deporte extremo de tu época.-  - Respondió Pachito - levantándose del sofá rumbo a la cocina en busca de comida para continuar viendo su canal de deportes favorito.



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