sábado, 25 de abril de 2020






HISTORIA # 14

EXCURSIÓN A UN NUEVO MUNDO 


 A Tiama, la princesa del reino de la madera, en su día de cumpleaños número 15, su padre le prometió cumplir el deseo más grande que tuviera en su corazón, la niña después de pensarlo varios minutos le dijo:

- Padre, mi deseo es conocer el mundo de los humanos –

El padre sorprendido por la petición de su hija quinceañera le preguntó:

- Mi niña ¿estás segura de tu deseo? –

La quinceañera con sus ojos brillantes dio un si con la cabeza; El padre cumpliendo su promesa comenzó a organizar la excursión de su hija al mundo de los humanos, y al día siguiente estando con la niña de sus ojos en su lugar de trabajo le mostró una ventana mágica que la llevaría al mundo de los humanos.

La jovencita con mucha alegría quiso lanzarse de una vez por la ventana, su padre la tomó del brazo y le advirtió que se encontraría con un mundo desconocido, y que tenía que ir con mucha paciencia descubriendo aquel mundo donde vería cosas que sus tiernos ojos no habían visto jamás.

Después de un gran suspiro, la adolescente se preparó para abrir con mucho cuidado y curiosidad la ventana mágica que la llevaría a ese mundo del que había escuchado tantas cosas interesantes para sus 15 años. 

Lentamente se fue abriendo la ventana y una luz brillante ocupó todo el espacio, haciendo que los ojos de la joven quedaran sin ver nada, minutos más tarde recobró la vista y sacó la cabeza por la ventana y comenzó a descubrir las maravillas del mundo humano.

Al salir por la ventana, Tiama, quedó parada en un frondoso bosque en el centro de un parque de una gran ciudad, comenzó a caminar por el césped, respirando profundamente y agradeciendo a su padre por estar cumpliendo su sueño.

Después de dar algunos pasos por el bosque citadino, la inquieta jovencita quiso salir rápidamente de este lugar para descubrir el sorprendente mundo con el que cumpliría su sueño.

Terminaron sus pasos por el bosque, Tiama, se encontró de pie en una esquina de un semáforo con la luz roja, que mantenía detenido un río de automóviles que hacían sonar sus bocinas generando un ruido ensordecedor para la visitante. Cuando la luz verde se abrió campo el torrente de automotores fluyó dejando una nube de polución que hizo estornudar a Tiama.

Perdida en el espacio sin saber para donde caminar, la princesa de madera miró a su alrededor con la intensión de preguntarle a alguien donde se encontraba, a lo lejos vio venir hacia ella a un joven apuesto que robó su mirada y espero que estuviera más cerca para preguntarle su ubicación.

El joven se detuvo justo al lado de Tiama, mirándola con algo de picardía en su voz, se presentó diciendo:

- Hola soy Óscar, y tu ¿quién eres? –

La jovencita inexperta sonrió y dijo:

- Hola, mucho gusto, yo soy Tiama. –

¿Tiama? Que clase de nombre es ese. Dijo en medio de una carcajada el apuesto joven.

Es mi nombre, y es un nombre de princesa en mi mundo en honor de una fina madera.

- ¿De qué mundo me hablas? – preguntó en tono irónico Oscar. –

- Del mundo de la madera – contestó la ingenua jovencita.

- Debes estar loca - diciendo que eres del mundo de la madera, mírate eres de carne y hueso.

En ese momento llegó a la esquina donde estaba la princesa con el joven un niño harapiento con un recipiente de plástico diciendo:

- Por favor me regala una monedita para llevarle a mi mama. -    
  
Tiama, al ver al pequeño pidiendo monedas, esculcó sus bolsillos y no encontró nada que darle al menor. Volteo a mirar a su nuevo amigo y ya no lo encontró.

A lo lejos se escuchaba una gritería que decía:

- Cójanlo, cójanlo, es un ladrón –

Tiama, volteo a mirar hacia donde se escuchaba los gritos y vio venir a un jovencito con un objeto en sus manos que no logró identificar y detrás venían corriendo unos señores vestidos de verde abriéndose paso entre las personas que caminaban por la acera.

La joven inexperta no entendía que estaba pasando y se quedó paralizada hasta que pasara el joven y toda esa gente que lo perseguía.

Ella, no entendía el por qué en tan pocos minutos le habían pasado tantas cosas raras que en su mundo jamás había visto. Pensando en regresar a su mundo, se volteo para regresar al bosque y como un huracán vio pasar a una chica que le arrebato la cadena que colgaba de su cuello y que casi la hace caer al suelo.

Atemorizada por todo lo que vivió en tan poco tiempo, Tiama, Como una gacela avanzó por el bosque buscando el árbol donde estaba la ventana que su padre había abierto para cumplir su sueño.

Pasados unos minutos, muy asustada por no encontrar ese dichoso árbol que la llevaría de nuevo a su tranquilo mundo de madera, Tiama se acostó sobre las raíces de un enorme árbol a llorar por sentirse perdida en un mundo que no era el de ella. Las lagrimas de la joven penetraron la corteza del viejo árbol e inmediatamente este tomó forma humana y le dijo:

- tranquila princesa Tiama - no está perdida, ya me comuniqué con tu padre y ya está abriendo la ventana para que regrese a nuestro mundo.

La ventana se abrió mágicamente en el arbolito que estaba creciendo junto al gigante y con agilidad felina la princesa corrió a los brazos de su padre y juró que no volvería a pedir un deseo para salir de su reino.




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2 comentarios:

  1. Una muy buena historia! Gracias por compartirlas 😉🤟

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  2. Es mucho mejor nuestro imaginario mundo en Orion, la Constelación de la Luz, que el planeta Ur, lleno de mountros humanos, matan y destruyen por placer!

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