martes, 26 de mayo de 2020





HISTORIA # 28


APARIENCIAS


Un miércoles del mes de mayo por allá en la década de los 90, nació en la ciudad de Medellín, Angela, la primogénita de la unión de Ernesto y Catalina, dos profesionales respetados en la sociedad por su alto nivel académico y su exuberante poder económico. La pequeña llegó a la vida de la pareja y en especial a la de Catalina en un momento no esperado y causó varios inconvenientes en su exitosa carrera profesional.

El periodo de gestación para Catalina pasó con las dificultades normales haciendo que la exitosa ejecutiva se olvidara de cuidar su apariencia física hasta llegar a aumentar más de treinta y cinco kilos de peso, los cuales dificultaron un poco el momento del parto.

Ese miércoles del mes de mayo, fue para la pareja el momento más infeliz de sus vidas porque Catalina comenzó una depresión pos parto que la llevó a despreciar a la bebé hasta el punto de no quererla ver y mucho menos alimentar. Esta situación descontroló por completo a Ernesto que aisló metiéndose de lleno en su trabajo olvidándose por completo de su familia. La pequeña Angela pasó de mano en mano por todos los miembros de su familia hasta terminar en la casa de la abuela Sara que la recibió con todo el amor que sentía por ella.

La pequeña Angela comenzó a crecer viviendo en un mundo donde lo mas importante era verse y sentirse bien a cualquier costo, donde Catalina su madre era su mayor influencia. Cuando le llegó la adolescencia a Angela ya hacía parte de ese mundo de apariencia en el que estaban todas las mujeres que la rodeaban haciéndola una mujer aparentemente feliz, aunque con un gran vacío por dentro que le generaba crisis de identidad con mucha frecuencia.

Años más tarde, una mañana de domingo después de una noche de excesos, Angela despertó con la mayor crisis existencial que hubiese vivido hasta ese momento, al levantarse de su cama y mirarse al espejo vio que este dejaba ver a la mujer hermosa que miles de mujeres envidiaban y muchos hombres deseaban poseer, sin embargo, ella en lo más profundo de su alma se sentía como la peor de las mujeres, que necesitaba transformar su vida para evitar cometer una locura.

En medio del desaliento que le ocasionó esa noche de excesos, Angela comenzó a buscar quien la pudiera ayudar a salir de esa angustia que sentía, llamó a su madre que no tuvo tiempo para atenderla porque estaba en un muy importante viaje de negocios, le marcó a Yesica su mejor amiga quien todavía estaba durmiendo su borrachera, tomó su computador portátil para navegar en Internet y así olvidarse de los pensamientos suicidas que se habían despertado en ella en medio de la resaca.

Unas horas después, Angela abrió la ventana de su habitación que dejaba ver la zona verde de su lujosa mansión y por la que entró un delicioso olor a torta de naranja con zanahoria que inundó su habitación y le trajo a su mente los más bellos recuerdos de la casa de la abuela Sara, donde paso sus mejores años de infancia. Angela de inmediato tomó el teléfono para comunicarse con su abuela quien le contestó con la dulzura de siempre que tenía un efecto tranquilizador en su nieta. La vieja Sara el recibir la llamada ya se imaginaba que su amada Angela estaba en dificultades, al escuchar su voz le preguntó:

- ¿Qué te pasa mi niña? –

La nieta sollozando y en voz baja respondió:   

- abuela, me siento la mujer más desgraciada del mundo. –

- ¿ahora que te pasó? - preguntó la vieja Sara. –

- me siento sucia, me siento que no valgo nada, soy la mujer mas fea del mundo, y ni para qué te digo más. – respondió Angela. - 

La abuela con el corazón arrugado dijo:

- hagamos una cosa mi niña, ven y quédate unos días aquí en mi casa y hablamos personalmente de mujer a mujer. –

- listo ahora mismo salgo para allá. – respondió la nieta ya sin llorar. –

Angela, salió sin dudarlo un instante para la casa de la abuela que estaba a unos pocos kilómetros de la suya, unos pocos metros antes de llegar a su destino tuvo que frenar bruscamente para evitar atropellar a Jairo, uno de los vigilantes de la parcelación quien imprudentemente se atravesó a su paso haciéndola enfurecer; Jairo acercándose a la ventana del lujoso automóvil de Angela le pidió disculpas por haberse atravesado y le dijo:

- ese dolor que tienes en tu alma sólo se transforma en gozo y alegría conociendo a Jesús de Nazareth.

- que cuentas de Jesús de Nazareth, lo que yo tengo sólo un milagro lo cambia. – dijo agresivamente Angela. –

Jairo, con un Dios la bendiga y una sonrisa de esas contagiosas se despidió.
Angela, aun temblando de la rabia por el altercado con el vigilante llegó a la puerta de la casa de la vieja Sara tocando con desespero. 

La sabia mujer de cabellos rizados adornados con hilos de plata abrió la puerta extendiendo sus largos y delgados brazos para recibir a su desconsolada nieta que necesitaba un apapache con la abuela.  

Cuando Angela estuvo más calmada, Sara el preguntó:

- ¿Qué te pasa mi niña? –

Angela todavía haciendo algunos pucheros contestó:

- me siento como un rompecabezas al que le falta una pieza para ser completamente feliz. –

La vieja Sara con una sonrisa picarona dijo:

- eso está muy interesante mi amor. – ahora sólo falte que la encuentres - te pregunto, ¿Dónde estás buscando esa ficha que te falta?

- no te entiendo abuela, dijo algo desconcertada Angela. –

- ¿Qué es lo que no entiendes mi niña? – me acabas de decir que te falta una pieza para armar el rompecabezas de tu vida. por eso la pregunta ¿Dónde estás buscando esa ficha que te falta?

- me estas tomando del pelo abuela – dijo con un poco de rabia Angela.- 

- para nada. – contestó la Sara. –

Ese vacío que tu comparas con una ficha de un rompecabezas lo hemos tenido todos los seres humanos desde la antigüedad, unos lo reemplazan por el dinero, otros por la fama, otros como tus padres por el prestigio y el trabajo. Cada persona que descubre ese faltante lo llena y trata de llenarlo con lo que lo hace feliz en ese momento, lastimosamente solo los que buscan a ese ser superior que tiene los planos originales de la vida llegan a encontrar la ficha exacta que les hace falta.

- no abuela, por favor. - dijo Angela- no empieces otra vez con ese tema, que bastante tengo con lo que me pasa para escucharte otra vez ese cuento de Jesús.

- está bien mi niña. - dijo Sara. – en ti está la posible solución a todos y cada uno de los problemas que te están afectando, yo solo quiero ayudarte.

En la actualidad, ya habiendo pasado varios años Angela ha probado muchas cosas en el proceso de encontrar esa ficha que le encaje exactamente en su vacío; el fin de semana pasado en su última crisis llegó buscando desconsolada los brazos cariñosos de su comprensiva abuela.


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3 comentarios:

  1. Sinfonía inconclusa. ... . Creo que le faltó trama a este cuento, debió haberse muerto la abuela para que ella desde su pedestal de ingratitud comprendiera el Valor de la vida o de la gratitud... Niños ricos, pobreza humana.

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  2. Las preguntas existenciales que nos llevan a trascender 🎀

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