martes, 12 de mayo de 2020



HISTORIA # 22


 HAY AMORES 


Elena, al recibir la tarjeta de invitación para la celebración de los 200 años de fundación de su pueblo natal, no dudó ni un instante en comprar su tiquete aéreo para llegar con unos días de anticipación a la gran ceremonia, para así poder compartir con los pocos familiares que aún le quedan en el pueblo que la vio nacer.

Antonio, un martes en la noche encontró en su buzón de correo la tarjeta de invitación para la celebración de los 200 años de fundación de su pueblo natal, al abrir el sobre vinieron a su mente todas las historias vividas con Elena, la mujer que no ha podido olvidar y tantos años después se sigue robando sus mejores pensamientos. 

A pocos días de la fecha asignada para la celebración, Antonio, revisando unos papeles en su escritorio encontró nuevamente la tarjeta de invitación, y de inmediato comenzó a buscar los tiquetes para asistir a la fiesta, encontrando para su desdicha todos los tiquetes agotados, asunto que prendió las alarmas de Antonio, que comenzó  buscar con desespero a todos su amigos que él creía que estarían invitados a la gran fiesta para ver quien tenía algún puesto libre en su vehículo para llegar al pueblo.

Mientras Antonio, estaba buscando con desespero con quien viajar al pueblo; Elena arribaba al aeropuerto internacional de la capital donde la esperaba su padre, que no la veía hace más de 10 años cuando ella viajó a Europa detrás de un sueño. Elena al encontrarse con su padre sintió una enorme emoción de volverlo a ver, y sin perder tiempo partieron padre e hija rumbo a su destino que estaba a 4 horas de viaje por tierra.

Antonio, recorrió el 99 % de su directorio telefónico sin hallar la solución a su problema, sin embargo, en lo profundo de su corazón él sabía que lograría encontrar con quien viajar. En la última página de su libreta encontró el teléfono de Carlos, el hermano mayor de Elena que fue su mejor amigo durante los años de adolescencia y juventud allá en el pueblo. Al marcar el número telefónico a Antonio le temblaban las manos y sudaba como si estuviera corriendo una maratón. Al tercer timbre contestó una voz femenina diciendo:

- este es el teléfono del artista Carlos duque, si desea hablar con el espere un momento en la línea. -

Antonio con un tono burlón dijo:

- ¿Artista? -  - sólo eso faltaba, que el más inteligente de la escuela se haya convertido en un artista famoso.

Pasados unos pocos segundos del otro lado del teléfono se escuchó la voz de Carlos diciendo:

- ¿quién me necesita? -   - hable rápido para que pueda continuar con mi trabajo. –

Antonio, al escuchar la voz de su amigo se alegró mucho y dijo:

- soy Antonio Sánchez, ¿me recuerdas?

- Antonio Sánchez, Antonio Sánchez, la verdad no le recuerdo- dijo Carlos.

- Nosotros fuimos amigos en el pueblo, usted es el hermano mayor de Elena Duque.

- ¡Claro! Ahora si lo recuerdo- - dijo en tono burlesco el artista. - - usted es el eterno enamorado de mi hermanita, y por bobo la dejo ir para Europa. – claro que lo recuerdo; Es más, hasta tomé la historia de ustedes dos para hacer una novela que ha ganado varios premios internacionales.

- ¿En qué te puedo servir? - - preguntó Carlos.

Antonio con mucha emoción preguntó:

- ¿vas a ir a la celebración de los 200 años del pueblo? –

Carlos, con su voz ronca y con algo de ironía dijo:

- yo a que voy a ir a ese pueblo que solo me trae malos recuerdos. - - a esos eventos van las personas a las que les gusta la fiesta y las apariencias, yo vivo muy feliz y no quiero ir a esas cosas.

Antonio, al oír esas palabras sintió tristeza de los pensamientos de su amigo, porque él creía que los tiempos de juventud vividos en el pueblo habían dejado huella en todos sus amigos.

Antes de colgar el teléfono, Antonio el preguntó a Carlos que si él sabía quién de sus conocidos iría a viajar con algún cupo para él.

Con un tono algo destemplado Carlos dijo:

- lo único que sé es que mi hermanita Elena ya llegó y en este momento está viajando con mi padre rumbo al pueblo. –

A Antonio, habiendo escuchado que su eterno amor ya estaba de viaje, se le subieron los deseos de arrancar a si fuera a pie para su pueblo. Conservando la calma le preguntó a su viejo amigo:

- ¿de pronto sabes de alguien conocido que me pueda llevar.? - 

Carlos ya cansado de la conversación dijo:

- por ahí dicen las malas lenguas que Martín va solo con el objetivo de vender la casa que todavía tiene en el pueblo.

Antonio, emocionado preguntó:

- ¿sabes el teléfono de él? –

- Creo que es este 57589768 – dijo despidiéndose Carlos y de inmediato colgó el teléfono.

Antonio, marcó ese nuevo número pidiéndole a todos los santos que conocía que Martín contestara y le dijera que si se podría ir con él para la celebración.
luego de varios intentos fallidos por comunicarse con Martín, Antonio suplicó a ese ser superior en el que creía, y marcó nuevamente con la fe de obtener resultados.

A los tres timbres se escuchó un destemplado ALO, que lleno de alegría a Antonio. Que de inmediato pregunto:

- ¿Hablo con Martin? - - y al otro lado de la línea escucho un sí a secas –

- yo soy Antonio Sánchez ¿me recuerda? - Pregunto –

-  Como no voy a recodar al mas tonto de mis amigos – - respondió riendo Martín -

 - Antonio en su afán de resolver su problema preguntó - - ¿vas a ir a la celebración del bicentenario del pueblo?

- si – respondió Martín.

- ¿vas con alguien más? - - interrogo Antonio –

- No. voy hasta ahora solo. -  - ¿Por qué la pregunta? -  - Dijo Martín. - 

- ¿te molestaría si te pido que me lleves? -  - Increpó Antonio –

- Aunque no lo tenia previsto, no me molesta la idea, cuenta con ello- - respondió Martín –

Esas palabras sonaron en los oídos de Antonio como la melodía mas famosa del mundo y de inmediato dejo claras las condiciones para el viaje con su interlocutor para salir el mismo día de la ceremonia a las cuatro de la mañana.
Siendo las tres de la mañana del día de la celebración, sonó la alarma del reloj de Antonio, que con una agilidad felina salto de la cama rumbo al baño para estar listo para encontrarse con Martín y comenzar el recorrido rumbo a su pueblo.

Cuatro horas y treinta minutos después, Martín y Antonio tocaban las calles del pueblo. El corazón de Antonio palpitaba fuertemente por el deseo de ver a Elena, tan pronto el automóvil se detuvo frente al atrio de la iglesia del pueblo, Antonio, comenzó a pensar como iría a ser el encuentro con su eterna enamorada, por su cabeza pasaron mil y una maneras de como la iba a saludar, su corazón continuaba a palpitando a la espera de ese momento.

De camino a la casa de la única tía que le quedaba en el pueblo, Antonio, pasó por la tienda de don Chepe y en la vitrina vio un cofre que llamo su atención, entró saludando al viejo Chepe y le preguntó por el cofre, al verlo se emocionó comprándolo sin pedir rebaja con la idea de regalárselo a Elena.

A las tres de la tarde en punto sonaron las campanas del templo, anunciando el inicio de la celebración del bicentenario de la fundación del pueblo, la plaza comenzó a llenarse de gente que se saludaban amablemente y recordaban cuando había sido la última vez que se habían visto.

Antonio, caminando con paso firme, se sentía como un príncipe de camino al castillo de su amada en el día de su boda. Y al llegar a la esquina del parque comenzó a recordar todas las aventuras que vivió en ese lugar en su juventud, pasaron varios minutos en los que Antonio inmóvil recordó con detalle todo el libro de su vida en el pueblo, hasta que sintió un golpe en la espalda que lo despertó del recuerdo.

Al voltear a ver quien lo había golpeado, Antonio, reconoció a Rubén, el heredero del mayor empresario del pueblo con quien tuvo varias peleas en el pasado porque él se creía el mandamás del pueblo, era un hombre muy mujeriego que estuvo pretendiendo a Elena al mismo tiempo. Antonio, con su nobleza saludo amablemente a Rubén, preguntándole si sabía cuál era la programación del evento, a lo que Rubén contestó:

- ¡claro! -  - contestó Rubén. -   - a las cuatro de la tarde es la inauguración con las palabras de las personalidades del pueblo que darán apertura al baile que será en el club a partir de las seis de la tarde.

Antonio preguntó: ¿Para el baile hay que tener invitación, o hay que comprar boleta?

Rubén, metiéndose la mano al bolsillo de su chaqueta contestó: te regalo esta boleta que me sobró, espero que la disfrutes.

Antonio, al ver ese acto de generosidad de su amigo le dio un gran abrazo y dijo:

- Dios te pague por este excelente regalo, es el mejor regalo que he recibido en años, mil gracias. –

Antonio, miró el reloj de la iglesia para saber cuánto faltaba para la hora de la fiesta, vio con alegría que ya faltaban sólo treinta minutos para su inicio; comenzó a caminar rumbo al club con el propósito de llegar de primero y poder saludar a sus viejos amigos, y por supuesto buscar a Elena para desahogar los sentimientos represados por más de una década.

Cuando Antonio piso la acera del club, vio como Elena de la mano de su padre se acercaba a la portada del club, vestida con un traje rojo de princesa que la hacía ser de centro de atención y atrapar las miradas de todos los hombres a su paso, cuando ella estuvo frente a la humanidad de Antonio, lo saludó como a cualquier paisano que se hubiera encontrado, esa indiferencia de Elena prendió las alarmas del eterno enamorado, que silbó como lo hacía desde niño llamando la atención de ella, que al escuchar ese sonido se transportó a aquella época, y se detuvo dándose vuelta para ver quien había emitido ese bello sonido que le recordaba su infancia.

Cuando ella reconoció a Antonio, su corazón comenzó a latir al cien por ciento, y los mas bellos recuerdos inundaron su cabeza haciéndola llorar mientras se acercaba a él. Cuando estuvieron frente a frente sus ojos de fundieron en una profunda mirada llena de ternura, y momentos después sus cuerpos se fundieron en un cariñoso abrazo.

A partir de ese momento, el rostro de Antonio y Elena, reflejaba que la llama de ese amor de juventud aún estaba encendida. La fiesta comenzó y todos los asistentes llenaron la enorme pista de baile del club.

A los quince minutos el DJ cambio de ritmo, y comenzaron a sonar los acordes de la canción con los que se enamoraron hace más de una década los protagonistas de esta historia; Antonio, aprovechando esa gran oportunidad para acercarse a Elena, utilizando sus dotes de galán la invitó a bailar; cuando pisaron la enorme pista todos los demás bailarines les abrieron campo para que la pareja fuera el centro de atención.

Al terminar la canción, Antonio y Elena, fueron a la mesa de licores por un trago para continuar compartiendo y recordando lo que ha sido de sus vidas en la última década. Juntos caminaron hacia uno de los balcones del segundo piso del gran salón para continuar la charla, cuando llegaron a los asuntos del corazón, Elena, quiso evadir el tema cantando sus canciones favoritas; él, al darse cuenta de las evasivas sacó de su bolsillo el cofre y se lo entregó con una tierna mirada.

Cuando Elena abrió el cofre que estaba lleno de unas bolitas de colores rellenas de chocolate, alcanzó a ver en el fondo un “TE AMO” escrito en letras brillantes; ese mensaje destrozó el corazón de Elena por no poder corresponder de la misma forma a ese lindo sentimiento de Antonio.

El, al ver la reacción de su enamorada preguntó cariñosamente:

- ¿Qué te pasa mi amor? -  - ¿Por qué lloras? –

- ella respondió: - para mi es muy difícil este momento y estoy buscando las palabras adecuadas para responderte.

- ¿Así es de difícil para ti este tema? -  - pregunto Antonio –

- Si. Es sumamente difícil para mí este tema. -  respondió Elena. -  - por que con este detalle mi corazón de partió en dos pedazos haciendo que tenga que tomar una decisión que esta por encima de mis deseos.

- ¿qué pasa? -   - Preguntó Antonio con un tono de rabia –

- seré lo mas sincera y directa posible - dijo Elena- - yo a los pocos meses de estar en Europa comencé un camino vocacional que me llevó a enamorarme profundamente de Jesucristo y de la palabra de Dios, ese proceso me llevo a tomar la decisión de entrar a una comunidad religiosa de misioneras hace 5 años.

Esas palabras de Elena, fueron como puñaladas para el corazón de Antonio, que de inmediato comenzó a llorar y a maldecir su vida por no haberle hecho caso a su corazón y a las palabras de sus amigos que le decían que no la dejara partir aquella tarde de invierno.

Elena, al ver la reacción de Antonio, mirando el atardecer dijo:

- mi amor por Jesucristo es lo mas hermoso que ha pasado por mi vida, él transformó mi vida de tal manera que sanó las heridas con las que mi corazón salió de aquí, y mi vida ya dio un giro de ciento ochenta grados que hizo que mi compromiso de seguirlo y de amarlo sea inquebrantable.

Antonio, con cada palabra que escuchaba se sentía cada vez más desgraciado y en un instante de desespero tuvo la intención de saltar del balcón, Impulso que evitó milagrosamente Elena con una agilidad felina tomándolo del brazo.

- No puede ser, no puede ser. -  repetía recriminándose Antonio en voz baja –
Elena, inundada de la presencia del Espíritu Santo abrazó a Antonio y dijo:

- no te culpes de nada, tu no tuviste la culpa de nada de lo que me paso hace diez años, ahora te invito a que aceptes a Jesucristo como tu único rey y salvador para que tu vida se transforme como se transformó la mía.

- ¿Aceptas el reto? – dijo ella con una voz de inmensa paz

- ya no tengo nada que perder. –  dijo Antonio sollozando en llanto. -   - ya perdí a la mujer que amo con todo mi corazón. –  - ¿qué más de queda? - 
En ese balcón del segundo piso de su pueblo natal, comenzó para Antonio la mejor etapa de su vida teniendo a Jesucristo en su corazón y con la asesoría espiritual de Elena que lo acompañaba a la distancia.



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4 comentarios:

  1. Que bella historia, me robó unas lágrimas 👌

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  2. que bella historia Jaime, me gusto mucho.

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  3. Que historia tan triste, el cielo se gana un alma y un hombre el tormento por no decidir a tiempo... perdió el futuro que se queda sin descendencia. ... .

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